“Pueblos Invisibles en la mejor frontera del mundo: Ciudad Juárez”

Me aterra darme cuenta que las poblaciones indígenas están desprotegidas completamente y que solo se nos utilice cuando  hay un evento que requiera de la presencia de estos “grupos vulnerables, pobres e ignorantes”. Cuanta maldad ha de haber en el Estado mexicano que aún nos pisotea como si no fuéramos seres humanos. Nos miran tan incapaces de razonar que se aprovechan de sus privilegios de poder y siguen tomando decisiones sobre nosotros.

Se habla de una composición pluricultural y de una supuesta “identidad nacional”, se habla de los derechos universales de estos pueblos, pero no se menciona la verdadera situación de estos grupos. Me enfada escuchar cuando las autoridades se llenan de júbilo diciendo que existen tantas políticas públicas para atender las problemáticas indígenas sin saber si quiera cuantos indígenas vivimos en la frontera. Me repugna darme cuenta que nuestro país está muy lejos de ser un país igualitario que respete las diferencias culturales.

Ciudad Juárez, una frontera que cuenta con más de 16,000 indígenas migrantes no cuenta con ninguna dependencia y/o organización siquiera que apoye en el difícil camino que recorren a diario miles de familias indígenas que llegan a la ciudad con la sola intención de sobrevivir y tener un mejor futuro. Me pregunto cómo poder protegernos si el dragón está en el poder y jamás nos escucharía.

Escribo no solo para denunciar la dramática situación que viven las familias indígenas en esta “la mejor frontera del mundo” sino también para comunicarte que en el estado de Chihuahua existimos comunidades indígenas con cultura y lengua propias, y que merecemos el mismo respeto aunque las autoridades aún nos tengan invisibles.